Parque Canelo, Tunquén, Humedal El Membrillo, El Yeco, Rabanal, Hotel Pacífico… El caso de Punta Fraile se suma a una larga lista de zonas patrimoniales de Algarrobo amenazadas por el avance inmobiliario donde la acción ciudadana ha jugado y juega un rol relevante. Todas han sido peleas duras. Solo unas pocas, tras varios años de esfuerzos, con desenlace positivo -Canelo y Membrillo-; el resto, todavía sin solución definitiva, o derechamente con un saldo negativo. Hoy, pongamos atención en Punta Fraile, donde el grupo Transinmobiliaria pretende levantar 3 torres de 7 pisos por un total de 208 departamentos -inversión de proyecto de 36,5 millones de dólares-, en terrenos que durante décadas se han ocupado como parque y área de esparcimiento comunitario. Una breve cronología:
A mediados del año pasado, alertados por el rumor de que un proyecto habría ingresado a la Dirección de Obras Municipales -DOM- para urbanizar Punta Fraile, los vecinos se organizan y crean un grupo de defensa. Redactan un comunicado, pidiéndole a las actuales autoridades comunales sumarse a la protección del lugar. El 27 de septiembre van a la municipalidad y hacen entrega de este documento, sumando las firmas de apoyo de más de 150 vecinos, solicitando además una pronta reunión con el alcalde. Pasan dos, tres meses sin respuesta. Piden, esta vez, una audiencia a través de ley de lobby. En paralelo, vía transparencia, consultan respecto a permisos de urbanización en el lugar. El 21 de diciembre, R. Berríos, director de la DOM, responde que existe un anteproyecto de loteo y construcción simultánea ingresado el 4 de febrero de ese año, pero que la resolución de éste se encuentra todavía en “elaboración”. Ya con la certeza de que la amenaza inmobiliaria es real, los vecinos organizan y llevan a cabo el 5 de enero de este año una manifestación ante el frontis del municipio, exigiendo que el alcalde finalmente los reciba y los escuche. La acción parece funcionar: durante el mismo acto se les informa que serán recibidos en fecha próxima. A la semana siguiente, una comitiva vecinal sostiene una primera reunión con el alcalde y otros funcionarios.
Pero la historia tiene un trasfondo que descompone bastante todo el cuadro. Porque la documentación oficial hoy a mano permite dejar al descubierto la verdadera forma de proceder por parte de la administración municipal. Dejar al descubierto que la DOM ya el 15 de noviembre de 2020 había evacuado la aprobación del anteproyecto de loteo y construcción simultánea a favor de Transinmobiliaria S.A.
Y, quizá incluso peor que esto, dejar también al descubierto que el 6 de enero de este año, es decir, al día siguiente de la manifestación vecinal, la DOM entregó una nueva aprobación, esta vez, la de edificación para el millonario proyecto en Punta Fraile. Como vemos, la DOM tardó más de 9 meses en resolver la aprobación de loteo y ahora solo unas cuantas semanas en ponerle el visto bueno a la de edificación. Mientras haya un anteproyecto aprobado, cualquier modificación de uso de suelo es inviable sobre el terreno donde éste se emplaza y la modificación territorial es precisamente lo que las agrupaciones locales exigen. Parece demasiado claro el motivo de fondo en la tardanza en escuchar a los vecinos por parte del municipio.