Christian Lucero, abogado ambientalista, y la protección del ecosistema de Tunquén: “Cualquier permiso de obras que se pretenda otorgar en el sector será impugnado por nosotros”

Tras cerca de 3 años de tramitación, hace pocos días se dio a conocer una noticia que, a primeras, presentó un aspecto más que positivo para los intereses de defensa ambiental de la comunidad de Algarrobo y el resto de la provincia de San Antonio: el Consejo de Ministro para la Sustentabilidad aprobó la creación de un nuevo Santuario de la Naturaleza en Tunquén. 144 hectáreas que se suman a las 95 del área ya protegida desde 2014 -en el sector norte, aledaños al humedal-. Esta nueva superficie, sin embargo, representa menos de la mitad del polígono propuesto por los solicitantes -respaldado por los criterios técnicos de todos los organismos del Estado con competencias en la materia, esto es, el Consejo de Monumentos Nacionales -CMN-, el Gobierno Regional y el mismo Ministerio de Medio Ambiente -MMA-. Queda excluido por completo todo el sector sur de la playa, precisamente donde la oposición manifiesta de algunos de los propietarios ha generado el principal foco de conflicto en todo el proceso. Desde el MMA, se ha anunciado que esta área quedará pendiente para una “segunda etapa”, mientras se propicia un “trabajo colaborativo” entre proponentes y propietarios.

Para el abogado Christian Lucero, representante de la Fundación Tunquén Sustentable, la situación no es precisamente tranquilizadora. Por el contrario: la postergación sin motivos verdaderamente fundamentados del sector sur por parte del MMA, unida a la escasa transparencia de este organismo a la hora de dar a conocer los límites concretos de la nueva área protegida, obligarían a dejar de lado cualquier triunfalismo y tener una visión mucho más cauta.

Con los informes técnicos del CMN y del Gobierno Regional, además de la postura manifestada por la Contraloría General de la República, las gestiones por concretar la ampliación del Santuario de la Naturaleza de Tunquén parecían estar bien encaminadas, más aún luego de que el Ministerio del Medio Ambiente publicara en junio de 2019 un polígono que incluía la totalidad del campo dunar. Sin embargo, esto cambió luego que los propietarios expresaran su oposición. ¿Cuál es tu opinión al respecto?

Efectivamente, la ampliación del Santuario de la Naturaleza debía ser una herramienta útil para la protección de todo el ecosistema que, además del humedal y del bosque, incluye la totalidad del campo dunar, playa, costa y roqueríos. Sin embargo, la protección comunicada hace pocos días resulta insuficiente para hacer frente a las amenazas antrópicas en Tunquén, ya que deja sin protección oficial la mayor parte del campo dunar, dejando chipe libre a las inmobiliarias, lo que resulta muy grave, ya que en todo momento el Ministerio planteó públicamente que se estaba buscando la mejor solución para dar la protección integral al ecosistema, lo que finalmente no hizo, fragmentando sin justificación alguna el corredor biológico del humedal-campo dunar- costa – laderas – quebradas, sólo para no contrariar a los propietarios que manifestaron su oposición a la ampliación del Santuario de la Naturaleza.

¿Cómo se puede explicar que esto haya ocurrido existiendo antecedentes técnicos tan relevantes para proteger la totalidad del ecosistema?

Esto ha ocurrido porque existe falta de voluntad de la autoridad política, es decir, de la Ministra Carolina Schmidt, que ha preferido privilegiar el interés de unos pocos que desean construir sus parcelas de agrado en plena playa, en lugar de proteger el ecosistema y permitir que se realicen los estudios e investigaciones científicas, arqueológicas, botánicas, faunísticas que permitan tanto a ésta como a las futuras generaciones disfrutar de este ecosistema único. En ese sentido queda claro que la política y los negocios no son una buena combinación a la hora de proteger el interés general de la comuna. Acá el bien común es sólo una palabra. No se protege. El interés general no se superpone al interés particular. ¿Por qué? Me parece que uno solo puede imaginar una respuesta. Parece bastante obvio. No me hagas hablar de más…

¿Qué ha pasado con la solicitud de Humedal Urbano que presentaron hace más de 7 meses para proteger por esa vía el humedal estacional de Tunquén, que se forma todos los años con aguas de la Quebrada Seca?

Lamentablemente desde el municipio de Algarrobo, transcurridos 7 meses como señalas, no se le dio tramitación a esa solicitud, pese a que iba acompañado de un completo informe con todos los antecedentes técnicos para proteger ese humedal urbano mediante los mecanismos contenidos en la Ley 21.202 y su Reglamento. No existe voluntad para proteger estos lugares excepcionales para la biodiversidad del planeta, cuestión que debería ser un compromiso de todos, en especial de las autoridades locales. Pero no lo ha sido. Afortunadamente nuestras autoridades regionales, los Consejeros Regionales, de manera transversal, han encabezado el apoyo a la ampliación del Santuario y ya han solicitado copias del polígono, de las actas y de las resoluciones respectivas ya que, desde el Ministerio, se nos ha negado el contenido de éstas, lo que hace que nos cuestionemos aún más la transparencia con la que se ha obrado en este procedimiento, agravando la falta.

¿Qué piensan hacer ahora que el Ministerio y las inmobiliarias mostraron sus cartas?

Nosotros vamos a insistir con la necesidad de la ampliación. Según la Seremi de Medio Ambiente de la Región de Valparaíso, la protección del campo dunar sur quedó pendiente para una segunda etapa, la que involucraría el trabajo participativo de propietarios e interesados… No se entiende por qué durante 3 años no se hizo ese trabajo participativo con la ciudadanía en el caso de Tunquén. Simplemente porque las palabras de la Seremi son para salir del paso y poner la cara ante la forma grave en que se ha procedido desde la autoridad central, tanto de la ministra Schmidt, como por parte del jefe del Departamento de Recursos Naturales, señor Juan José Donoso. Ellos creen que al haber resuelto la solicitud del Santuario después de dos años y medio, protegiéndolo “a medias” nos están haciendo un favor. La verdad es que tuvimos que presionar mucho, a través de la Contraloría, de la Fiscalía, de los medios de comunicación.

La demora injustificada en proteger el campo dunar ha permitido que las inmobiliarias ingresen anteproyectos a la Dirección de Obras de la Municipalidad de Algarrobo y ahora puedan alegar derechos adquiridos. Sin embargo, cualquier permiso que se pretenda otorgar en el sector será impugnado por nosotros, ya que las parcelas no cuentan con acceso directo a un camino público, sino que lo hacen a través de más de una servidumbre, lo que es ilegal. Además, pretender construir en el campo dunar, a escasos metros del mar es una locura, ya que se pone en riesgo no sólo la infraestructura y el medio ambiente sino que, derechamente, pone en riesgo vidas humanas. Para nosotros la lucha recién comienza. Ahora que el gobierno se definió, vamos a dar la pelea con todo lo que tenemos, invalidando decisiones ilegales o arbitrarias, y ejerciendo las acciones que correspondan para impedir que se construyan edificaciones en la playa. Es importante que el Director de Obras, si bien es funcionario municipal en lo técnico, no depende del alcalde. Por ahí tenemos una esperanza, que él va a respetar la ley y no dará chipe libre a la depredación por parte de personas que sólo quieren hacer de los espacios naturales de Algarrobo un buen negocio para ellos, sin importarles el desarrollo sustentable de la comuna. Yo creo que Roberto Berríos es un funcionario probo y va a hacer respetar la normativa actualmente vigente en materia urbanística.

Las aprensiones de Lucero parecen más que fundadas: menos de una semana después del anuncio que el sector sur quedaba pendiente para su protección, se han visto trabajos de urbanización en el lugar.

¿Cuál sería, a tu juicio, la manera de dar solución cabal y definitiva a esta problemática?

El cambio de uso de suelo a área verde, por ejemplo, podría ser una solución, mientras se realizan los estudios para la protección en una segunda etapa del campo dunar sur, para lograr la verdadera ampliación del Santuario. Mientras tanto se puede decretar la postergación de los permisos de edificación en ese sector. Un seccional que determine nuevas condiciones para este lugar, basado en su alto valor ambiental, paisajístico y turístico estaría totalmente justificado. Sin embargo, si no hubo voluntad para tramitar la solicitud de Humedal Urbano, ¿por qué debemos pensar que esa voluntad va a existir para estudiar el cambio de uso de suelo? Simplemente esa voluntad no está, al menos entre las autoridades locales y centrales ligadas al actual gobierno del presidente Sebastián Piñera. Debo decirlo con todas sus letras.

Agregar un comentario

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *